Este tipo de masaje estaría indicado a partir de la 6-8 semana antes del parto para flexibilizar y preparar el suelo pélvico.
Y después del parto se utiliza para tratar cicatrices dolorosas, contracturas musculares…
Son técnicas manuales con las que trabajaremos estructuras musculares, fasciales o articulares a las que es difícil acceder por vía externa (músculos de suelo pélvico, esfínter anal, articulación sacrococcígea, pared vaginal, cuello uterino, etc).